martes, 15 de noviembre de 2016

Let's live like Galicians!

Esta semana en Gallego estamos dando práctica: ortografía, morfología y todos esos rollos raros que se gastan los filólogos...

Por hablar de algo, hice un comentario de texto opcional para ver cómo puedo mejorar. El texto es de Inma Santos, publicado en la web de El Periódico y titulado Apple, Facebook y óvulos congelados.

Facebook y Apple anunciaron el pasado miércoles en su decisión de incluir en la cobertura médica de sus empleadas -en EEUU no existe un sistema público de salud como el europeo-- la congelación de óvulos. Y la medida, una vez más, ha despertado la bestia aletargada de un tema por resolver: el de la compatibilidad entre maternidad y desarrollo profesional de las mujeres. «Me estremezco. Es incomprensible que ahora adopten esta estrategia si no es por un objetivo meramente económico y empresarial», alertaba en una carta el pasado viernes M. Dolors Puerto González (57 años. Empleada de limpieza. L'Hospitalet de Llobregat).

Nunca llueve a gusto de todos. Lo que ambas empresas ofrecen como un ejemplo de diversidad, de impulso de la mujer en el campo tecnológico, una forma de atraer a más trabajadoras y cuidar a las que ya tienen, para muchas mujeres es un retroceso, una trampa. «¿No será que pretenden disminuir las bajas por maternidad?», se preguntaba en otra carta Gal·la Esparó (21 años. Estudiante. Barcelona) que, desde su juventud, apela al mismo tiempo a ver la parte positiva («con los años, muchas mujeres sentirán el instinto de ser madres y les tocará dar gracias a la iniciativa, aunque hubiera en ella segundas intenciones»). Quizá es que esta nueva generación de mujeres tienen asumido que los términos madre, joven y trabajo, son cada vez más difíciles de combinar. Porque cuando la tasa de paro juvenil es del 53,12% (según la EPA del segundo trimestre), el acceso al primer empleo se retrasa y los salarios son los que son, formar una familia es un objetivo a largo plazo.

De hecho, la edad media para ser madre, según el INE, alcanzó en el 2013 un nuevo máximo histórico: 32,2 años. Claro que esa es solo la media, porque entre el 2000 y el 2012, el número de mujeres que tuvieron hijos a partir de los 40 casi se triplicó (de 10.163 a 28.322). Eso es lo que Facebook y Apple proponen ahora a sus empleadas disfrazado de incentivo: nosotros te cubrimos hasta 20.00 dólares de la factura de congelación de óvulos y 4.000 euros al año en gastos de conservación y tú puedes retrasar la maternidad hasta pasados los 40 años.

Pero esa iniciativa, aquí, muy lejos de Silicon Valley, genera desconfianza. Más aún tras las polémicas declaraciones, hace apenas dos semanas, de la empresaria y presidenta del círculo de empresarios, Mónica de Oriol, en las que afirmaba que prefería contratar a mujeres menores de 25 años o mayores de 45 para evitarse problemas ante un embarazo. Y es que en realidad, ese mal llamado incentivo de Facebook y Apple, no es más que un zurcido para un descosido, un parche para un problema con nombre propio: conciliación. Retrasar el ciclo natural de la maternidad (25- 35 años) en un país en el que se trabaja de media unas 300 horas más al año que el resto de Europa y en el que se confunde productividad con horas trabajadas, es posponer el problema.

Ya lo decía Vanessa Monro desde Bangkok en una carta publicada el pasado mayo: «Hay que elegir entre ver solo cómo duermen tus hijos y, con suerte, trabajar en algo de lo tuyo, o renunciar para siempre a tus aspiraciones porque si no trabajas a tiempo completo es como si no trabajaras de verdad». Mientras, en los países escandinavos, las mujeres trabajan y tienen hijos en edad fértil sin muchos problemas. ¿Será que para ellos las ayudas a la conciliación no son barreras?. «Nos estamos cargando la familia, y la familia es la base de una sociedad sana y próspera», apuntó Irene León Llorente (Sant Cugat del Vallès) en una carta publicada el 21 de diciembre del 2010. El tema no es nuevo. Que no digan que nadie lo advirtió.

En mi opinión, me quedó bastante bien, a ver que opina Lupe... 

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