Los premios Nobel son los más prestigiosos del mundo, y abarcan campos científicos como la Física o la Química, así como ámbitos más 'sociales' como la Paz o la Literatura. Sin embargo, no hay un premio Nobel de las Matemáticas, ausencia a priori extraña.
Se cuentan varias leyendas acerca de esto. La más famosa (aunque infundada) es que Nobel estaba enemistado con el matemático Mittag-Leffler. Una idea más plausible es que ya existía un Premio Escandinavo de Matemáticas con el que Nobel no quiso competir. Sin embargo, lo más probable es que sencillamente Nobel consideraba las Matemáticas como algo puramente teórico y no como una "fuente de progreso y felicidad para la Humanidad", por tanto, las dejó de lado en su testamento. Sin embargo, existen algunos equivalentes del Nobel a nivel matemático.
El premio por excelencia de las Matemáticas. Es un galardón con el mismo prestigio del Nobel, con una pequeña diferencia... sólo se entrega cada cuatro años. Hay otra circunstancia: sólo se puede entregar a menores de 40 años. Por tanto, sólo un pequeño ramillete de jóvenes matemáticos excelentes puede optar a él.
Este galardón fue instaurado por la Unión Matemática Internacional en 1936 ante la ausencia de un premio matemático de prestigio mundial.
Tratando de evitar las duras restricciones de la Medalla Fields y ofrecer un premio anual a los mejores matemáticos del mundo sin limitación de edad, en 2003 se estableció el Premio Abel, con la clara intención de cubrir la ausencia del Nobel matemático. La idea del premio surgió a principios del siglo XX, pero debió pasar un siglo hasta que finalmente se llevó a la práctica.
Existen tres matemáticos (Jean-Pierre Serre, Michael Atiyah y John Thompson) que cuentan en su haber con un premio Abel y una medalla Fields.
Fuente 1
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